Declaración sobre el nuevo conflicto palestino-israelí

Acontecimientos recientes en el Oriente Medio, el brutal bombardeo de Israel y Gaza, que provocó la muerte, heridas y traumas psicológicos de cientos o incluso miles de personas, enfrentamientos interétnicos y pogromos en el propio Israel, así como la confusión y la reacción a menudo unilateral de las fuerzas anticapitalistas del mundo (incluidos muchos anarquistas) nos impulsó, como anarcosindicalistas y antinacionalistas, a hacer esta declaración.

Condenamos enérgicamente toda la cadena de acciones que condujeron a una actual crisis militar: desalojos de los residentes árabes de sus hogares, ataques con misiles contra Israel desde Gaza, bombardeo de Gaza por parte del ejército israelí, actos de violencia de los nacionalistas árabes y judíos. Todos estos actos no tienen ni pueden tener justificación alguna.

Es bastante obvio que la cadena de violencia criminal se ha lanzado en los intereses políticos de poder de los círculos gobernantes de Israel y Palestina. El gobierno de derecha israelí de Netanyahu y su partido Likud, ante la perspectiva de perder el poder, intensificaron deliberadamente y provocaron el conflicto. Por su parte, las autoridades de la Autoridad Palestina y el régimen de Hamas en Gaza consideraron necesario demostrar que son "defensores de los intereses nacionales" de los árabes palestinos, en vísperas de las próximas elecciones en Palestina. Para obligar a la población a ganarse su apoyo, los círculos gobernantes de todos los bandos recurrieron a medios probados y comprobados: avivar el nacionalismo y provocar la histeria militar.

La situación socioeconómica de los trabajadores de la región es cada vez más catastrófica. Israel ha pasado por meses de un lockdown totalitario y despótico, cuando a la gente se le prohibió incluso salir de sus hogares y vecindarios. El país está sacudido por escándalos políticos y de corrupción. La medicina y los servicios sociales están arruinados por las reformas neoliberales. El problema de la vivienda no se ha resuelto. La mayor parte de la población árabe en Palestina y en el propio Israel vive en la extrema pobreza. En Gaza, sufre especialmente tanto del bloqueo israelí como de la política totalitaria del régimen islamista de Hamas. Todo esto no puede dejar de causar un profundo descontento entre los estratos desfavorecidos de judíos y árabes. Para evitar que su ira, tarde o temprano, caiga sobre los gobernantes y los ricos, los gobernantes de Israel y Palestina están enfrentando cada vez más a los trabajadores israelíes y palestinos entre sí. Como siempre, para arriba - poder, ganancias y beneficios, para abajo - ¡sufrimiento, sangre y muerte!

El estallido militar actual debe detenerse y, de una forma u otra, se detendrá. Pero esto no conducirá a una resolución del conflicto. Los problemas de la región no desaparecerán en ningún lado. Son generados por los intereses de poder y propiedad de los gobernantes y capitalistas de todos los lados, y solo pueden ser eliminados junto con ellos: eliminados mediante la lucha conjunta y, en última instancia, por la revolución social de los trabajadores judíos y árabes, israelíes y palestinos comunes.

El camino hacia esta decisión es difícil y no está cerrado. Demasiada desesperación, demasiado fresco el olor a sangre derramada, las mentes de la gente común están demasiado envenenadas por los nacionalismos israelí (sionistas) y árabe, las emociones están demasiado furiosas hoy. Pero no hay otro camino hacia la paz en la sufrida región, y no puede haberlo. Y las acciones conjuntas de judíos y árabes por la paz que ya están ocurriendo hoy, por pequeñas que sean, nos dan la esperanza de que algún día así será.

¡NO A LA GUERRA! ¡NO AL NACIONALISMO, MILITARISMO Y FANATISMO RELIGIOSO DE TODAS LAS PARTES!

¡NI ISRAEL, NI PALESTINA, SINO UNA LUCHA DE CLASE CONJUNTA DE LAS TRABAJADORES EN LA REGIÓN!

Confederacion de los Anarcosindicalistas Revolucionarios - Seccion de la Asociacion Internacional de los Trabajadores en la Region de Rusia